Ser un buen desarrollador inmobiliario es algo que no se da en unos cuantos meses, toma tiempo, esfuerzo y mucha experiencia trabajando en distintos proyectos para tener un panorama amplio.
Rodearse de personas con más experiencia y aprender de ellos es algo que siempre recomiendo, ya que muchas veces sus consejos y tips nos evitarán nos evitarán caer en errores que tal vez ellos no pudieron cruzar de la misma manera por no contar con un mentor.
No pretendo decirte que los consejos que te compartiré en un momento son absolutos, mi intención es simplemente contarte un poco de mi experiencia para evitarte algunas experiencias incómodas a ti, que estás iniciando en esta industria tan fantástica pero también retadora.
¿Qué es ser un desarrollador inmobiliario?
En esta ocasión no vamos a extendernos mucho sobre qué es ser un desarrollador inmobiliario y todo lo que debes conocer para dedicarte a esta profesión. Para eso, te invito a que leas este otro artículo que habla sobre el tema.
Lo que si te compartiré es una definición breve:
Un desarrollador inmobiliario es un profesional especializado que tiene bajo su responsabilidad la planificación, el diseño y la correcta verificación de una propiedad en construcción. Puede trabajar de forma independiente o bien, para una empresa.
Ya definido rápidamente lo que es un desarrollador inmobiliario, ahora sí te comparto los 8 errores que, desde mi experiencia, debes evitar siempre.
No ser lo suficientemente tolerante
Tal vez pensaste que el primer consejo sería algo asociado a temas técnicos o financieros pero no, una de las características principales que todo desarrollador inmobiliario debe tener es la alta tolerancia a la frustración o al tiempo que tardan en madurar los proyectos. Si bien, el sector inmobiliario es un área que deja buenos rendimientos, también tengo que decirte que muchas veces habrá momentos grises donde tal vez la planeación, la proyección o el equipo que armaste no funcione como queríamos.
Lo importante no es que te concentres y destines tiempo a preguntarte por qué sucede “x” o “y” situación, lo esencial es ver en qué fallaste, aprender de ello e inmediatamente poner manos a la obra para cambiar lo que se necesite cambiar y así continuar. Siempre recuerda: el éxito no se da de la noche a la mañana.
Confiarte demasiado
Con esto me refiero a que siempre debes tener claro que no todos tus proyectos tendrán el mismo desarrollo. Nunca dejes de aprender de tus experiencias y siempre, siempre, trata de estudiar, analizar y adelantarte a posibles riesgos.
La poca planeación, las actitudes caprichosas y las celebraciones anticipadas, solo te cegarán y harán que caigas en un cúmulo de emociones negativas cuando algo no salga bien, lo que frenará tu crecimiento como desarrollador inmobiliario. Por eso, como dice el título, nunca te confíes demasiado.
No capacitarte constantemente
Así como otros sectores, el inmobiliario está en constante cambio. Estudiar una carrera universitaria sin duda te da una base pero no lo es todo. Siempre deberás estar investigando y capacitándote, ya sea de forma presencial o a través de internet. Ten en cuenta que lo que aprendiste hace uno o dos años, muy posiblemente ya haya cambiado.
No optimizar absolutamente nada
Pretender diseñar y echar a andar un proyecto sin ejecutar mejoras constantes, es algo que por nada del mundo debes hacer.
Desde una proyección hasta una estrategia comercial y de ventas, siempre debe ir acompañado de un monitoreo constante. Recuerda que los proyectos dependen tanto de factores internos como externos y estos últimos, muchas veces no se originan por nosotros, por lo tanto a veces no tendremos el control para resolverlo. Lo que sí puedes hacer es prever y anticiparte lo más que puedas, y esto solo lo lograrás si no pierdes de vista cada esfuerzo que estás haciendo.
No saber negociar
Todos nosotros nacemos para ser hábiles en ciertas cosas. Sin embargo, también hay otras que desarrollamos conforme vamos creciendo.
La capacidad de negociar es una de esas habilidades que poseen por naturaleza ciertas personas pero eso no quiere decir que sea exclusiva. Si en tu caso aún no está presente, déjame decirte que es algo que debes trabajar. Por suerte, hoy en día es mucho más fácil adquirirla y desarrollarla, ya que gracias a internet, tenemos la posibilidad de conectarnos a una fuente inagotable de conocimiento, ya sea a través de libros, mentorías con expertos o cursos.
Recuerda algo: tú puedes ser un buen negociador, tú tienes la capacidad de serlo, todo está en que tanto te interesa desarrollar esta habilidad.
No conocer lo suficientemente el mercado al que te quieres dirigir
El sector inmobiliario atiende a diferentes mercados, por lo que cada uno tiene características particulares. Por ejemplo, no es lo mismo el Flipping Inmobiliario que desarrollar proyectos de vivienda horizontal o bien, dedicarse a la venta de terrenos de inversión. Emprender sin conocer previamente solo ocasionará que cometas muchos errores y que eso traiga como consecuencia que te sientas incapaz de ser un desarrollador inmobiliario.
Así que, escoge un sector, estudia y capacítate lo más que puedas para ser un experto en ese nicho.
No rodearte de personas especializadas
No estoy diciendo que no aceptes y enseñes a otros que vienen detrás de ti, a lo que me refiero es que siempre debes formar equipos especializados y con experiencia para que te puedan ayudar a empujar de la mejor manera cada uno de los proyectos que dirijas.
Estas personas son las que tú podrás colocar en posiciones clave, permitiéndote no solo delegar sino también, tener puntos de vista diferentes para tener una visión más amplia. Muchas veces no vemos que delante de nosotros hay un hueco en el que podemos caer y son esos líderes que tú pusiste a tu lado, los que te ayudarán a ver ese hoyo y evitar caer en él.
No ofrecer experiencias y productos de calidad
El éxito que tengas como desarrollador inmobiliario está ligado con la buena experiencia al cliente y calidad que ofrezcas en los proyectos.
Siempre busca ofrecer lo mejor a tus clientes, ya que ellos serán tu mejor portafolio de trabajo para futuros proyectos. Por ejemplo, sabemos que afuera hay proveedores que pueden ofrecerte material de construcción más barato pero que no precisamente son de calidad. Pregúntate si abaratar costos te acercará a una buena reputación y percepción de los clientes o por el contrario, podrían manchar tu carrera profesional.
En conclusión
Ser un buen desarrollador inmobiliario no es imposible. Lo que sí, es que toma tiempo, dinero y mucho esfuerzo.
Evita caer en los errores que mencioné anteriormente y créeme que te ahorrarás muchos dolores de cabeza. Sin más por el momento, me despido, no sin antes invitarte a que escuches mi podcast Florecer Inmobiliario, donde te comparto más consejos y tips para tí qué decidiste ser un desarrollador inmobiliario.
¡Nos leemos luego!